Tabú
Cuando te haces un esguince en un tobillo o tienes dolores de estómago de forma continuada, seguramente vayas a urgencias o al médico especialista para poder saber qué es lo que te pasa. Pero ¿a dónde vamos cuando tenemos un problema que se nos está haciendo gigante y que acude a nuestra mente sin parar? ¿No merece la salud mental tanta atención como la física? ¿Acaso la depresión no duele? ¿O la ansiedad o los miedos no nos imposibilitan hacer ciertas cosas, como también lo haría una pierna rota? Muchos entienden que si una persona va al psicólogo es porque está loco y no sabe resolver sus propios problemas por sí mismo, necesitando una ayuda externa. Pero lo que muchos no saben es que acudir a un profesional de salud mental para poder resolver tus problemas, no es un indicador de locura, al contrario, es un indicador de que la persona se preocupa por sí misma, y al igual que se preocupa por su salud física, se preocupa también por su bienestar emocional. Es un signo de autocuidado, de querer crecer y avanzar en la vida. En primer lugar, hay que quitar la etiqueta de “locos” a aquellas personas que padecen trastornos psicológicos. En segundo lugar, es muy importante destacar que no hace falta tener un trastorno psicológico para acudir a terapia. No hay que esperar estar al borde del precipicio para ir al psicoterapeuta. Pero no solo es importante eliminar las falsas creencias sino también hablar de todos los beneficios que ofrece ir al psicólogo. El psicólogo no es una persona que te va a analizar, es alguien que te va a acompañar en tu proceso, y lo va a hacer mediante la aceptación incondicional y sin juicio de cómo eres. Te va a orientar en tu propio autoconocimiento para que puedas comprender todo aquello que te sucede y te hará ver aquello que no te permite estar completamente satisfecho con tu vida. Juntos iréis dando pequeños pasos hasta lograr aquello que deseas. En determinadas ocasiones, la ayuda de estos expertos es la clave para lograr tus objetivos de mejora o de cambio. No solo te escuchan y comprenden, también te ayudan a saber gestionar tus emociones y a conocer el motivo por el cual te sientes de una determinada manera. Entran al cubito de hielo que eres y te ayudan a profundizar hasta averiguar qué es lo que hay al fondo del todo que te inquieta. Porque la escucha verdadera es una de las fuerzas más potentes para el cambio que necesitas. A lo largo de todo el proceso de comprensión y cambio, vivirás en una constante montaña rusa repleta de subidas y bajadas llenas de dolor emocional, estrés y ansiedad. Pero con esfuerzo, fuerza de voluntad y constancia, lograrás aprender a entender y gestionar tus emociones, y te encontrarás compartiendo y verbalizando cosas que nunca antes tuviste el valor de expresar. Comenzarás a entenderte mejor a ti mismo, y a arrojar luz sobre los patrones repetidos de algunas de tus conductas, para saber de dónde provienen y evitar que te paralicen y afecten. Porque creemos que pensamos, pero raramente lo hacemos con entendimiento y empatía hacia nosotros mismos. Y todo este proceso te ayudará a hacerte más fuerte y dar pasos hacia adelante, eligiendo la opción del crecimiento. Porque elegir dar un paso hacia adelante, en lugar del miedo doce veces al día, significa avanzar doce veces al día hacia la autorrealización. Irene Ávalos. 4º ESO
Pero queremos poder elegir a placer

En 1932, Aldous Huxley publicó Un mundo feliz, una novela corta en la que se narra la historia de un mundo controlado por la tecnología y la eficiencia; donde el nacimiento de los niños es mediante la decantación de gametos y dependiendo del tratamiento que reciban, llegarán a ser un tipo de adulto u otro. Este sistema permite crear cientos de personas clónicas destinadas a hacer labores inducidas por electroshock o hipnosis mientras son bebés. Pues bien, Huxley acertó. No en todo, obviamente; pero sí hizo una labor de imaginación y proyección futura que se parece mucho a nuestros días. En la novela, las características de los bebés pueden elegirse, y además, se elige cuando nacen e incluso sus preferencias personales. La gestación subrogada recuerda en cierta manera a este libro. Es un proceso que últimamente está en boca de todos y crea una gran controversia debido a la reciente propuesta de Ciudadanos de legalizarlo mediante una legislación. Para poder analizar a fondo este conflicto, hay que tener claro qué es la gestación subrogada y lo que implica. La gestación subrogada (o vientre de alquiler) es una técnica de reproducción asistida por la que una mujer accede a gestar el hijo de otra persona o pareja; se crean embriones mediante fecundación in vitro y se transfieren al útero de la gestante. Las opiniones a favor y en contra son abundantes, y aunque todas tienen parte de lógica, están enfrentando ideológica y moralmente a la población. Por un lado, es cierto que ofrece una oportunidad de ser padres a aquellas parejas que por unas causas u otra, no pueden tener hijos de forma biológica; es el caso de las parejas homosexuales o padres solteros, pero también de parejas en las que una de las dos personas es infértil. También es más rápido y “sencillo” que un proceso de adopción, que a lo mínimo necesita 5 años de gestión y burocracia. Aunque ofrece soluciones factibles, este proceso no deja de poner en juego varias variables que no son estables y pueden dar problemas de todo tipo: legales, económicos, psicológicos… Por otro lado, es un proceso muy caro, por lo que sólo una reducida parte de la población tendría acceso a ella, además de que para realizarla, la pareja probablemente tenga que desplazarse a un país donde el proceso sea legal, aumentando aún más la carestía de esta técnica. Además, pueden surgir mil complicaciones con la gestante: lleva en su vientre un bebé de otras personas (legalmente) al que con suerte podrá ver después del parto, al ser un comercio son los clientes los que eligen y los que pueden decidir finalmente no querer hacerse cargo de ese bebé, puede haber complicaciones en la gestación o parto; e incluso los padres pueden decidir que no quieren ese bebé porque ha nacido con una discapacidad. La gestación subrogada al igual que otros muchos temas tabú de la vida española; no tiene una fácil solución, porque se trata de vidas de niños y niñas que son quitados de su madre biológica, sea cual sea el contrato firmado. El verdadero problema viene por el conflicto ético y moral que supone legalizar este proceso, al igual que ocurre con las drogas, las armas y la prostitución. Las posibles soluciones son blanco o negro, porque en este caso la escala de grises o es muy difícil de ver o ni siquiera existe. De momento y sí que sería factible, es agilizar los procesos de adopción, pues una pareja que desee adoptar tiene la misma ilusión de tener un hijo que aquella otra en la que la mujer lleva tres meses de embarazo; y si bien es cierto que hacen falta unos requisitos para adoptar, ¿acaso no sería justo que absolutamente todas las parejas o personas fueran sometidas a las mismas pruebas? Pero queremos poder elegir a placer. […] permitimos que hasta un 30% de embriones hembra se desarrollen normalmente. El resto son decantados como hermafroditas, completamente normales en su estructura […] pero son estériles. Con una esterilidad garantizada. Lo cual nos permite dejar de imitar servilmente a la naturaleza para adentrarnos en el mundo de la invención humana. Aldous Huxley. Un mundo feliz (1932) Claudia Nieto .2ºBachillerato
Atlantis, under the sea

Es realmente curioso la gran cantidad de palabras que están surgiendo con la salida del Reino Unido de la Unión Europea: brexit, brexodus, brexshit… Las cuales están dando mucho de qué hablar últimamente. Podríamos entrar en una dinámica tediosa sobre puntos a favor y puntos en contra, sobre el maremagnum creado recientemente. Por ello, seguro que resulta más ameno a los lectores si en ésta ocasión se habla sobre la Atlántida. Parecerá algo totalmente inconexo, pero la situación de Gran Bretaña y la Atlántida tienen numerosos aspectos en común. En primer lugar, ambas son islas que de vez cuando no se saben muy bien dónde están, la Atlántida porque está perdida y Gran Bretaña por el brexit. Asimismo ambas pertenecieron a una gran confederación de países que se regían por leyes, acuerdos y tratados comunes. Por último, comparten ese deseo característico de las islas, de expansión. En el caso de los atlantes, de expansión militar y de los ingleses, parece ser económica. Pero que esta diferencia no impida ver la consecuencia común: la anulación de decisiones personales y empresariales de acudir a trabajar o a operar a dicho territorio, más conocido en estos días como “brexodus”. Por último, como dirían los latinos del momento, el final de la Atlántida es una “conditio sine qua non”. En el Timeo, Platón relata que tras una gran catástrofe “se ocultó bajo la tierra y la tierra insular de la Atlántida debajo de la mar desapareció”. Lo cual, se podría traducir como una advertencia histórica, pues incluso una gran isla como Gran Bretaña ante una “catástrofe”, en este caso política, económica y social, puede hundirse. Por lo que para evitar un posible “brexshit”, se recomienda reflexionar sobre el tema o por lo menos, escuchar la letra de la canción inglesa Faded de Alan Walker, que nos recuerda que “Atlantis (is) under the sea”. Álvaro Martín Díaz 2ºBACH
Bienvenidos a los juegos del hambre; ¡qué gane el mejor!

Imaginemos que cada país decide adoptar una postura individualizada e independiente. Que cada uno de ellos mira por el bien y la estabilidad propia dejando el bienestar general del mundo o continente de lado. Sería un mundo concebido como una lucha constante por el control de los (países) que están en vías de desarrollo: el caos sería evidente. En los últimos tiempos y sobre todo a nivel nacional y europeo, se han producido bastantes pronunciamientos por parte de diferentes territorios que reclaman su independencia. Este es el caso del famoso Brexit (acrónimo de Britain y exit), cuyo referéndum se produjo en 2016 y hoy en día continúan las negociaciones de lo que conlleva la declaración de independencia de 2017. Tendemos a olvidarnos de la historia. Para la mayor parte de la población no inglesa, esta “repentina” decisión es algo totalmente inusual y extraño; mientras que en el propio país algunos partidos políticos y civiles llevan defendiendo esta idea desde hace cuatro décadas. Los referéndums sobre la pertenencia a la Unión Europea (UE) llevan sucediéndose desde 1975, pero la globalización actual y las redes sociales han “viralizado” el más reciente; lo que demuestra la ignorancia del mundo y el interés propio. Está claro que la UE (y a todos los países que la componen) la salida de Reino Unido supone unas consecuencias que no estamos dispuestos a aceptar. La pérdida de empleos en la UE, la alteración en el comercio y la probable recesión que conllevaría la salida de este país son algunas de ellas. Sin embargo, ¿qué piensan ellos? Con seguridad saben que si salen de la Unión Europea, su moneda sufrirá una devaluación. También saben que no pertenecerán a ninguna organización que los ampare, o que sus relaciones económicas no serán las mismas. Seguro que han evaluado todas las consecuencias y aun así el referéndum muestra que la mayoría de individuos de dicho país desean la independencia económica. Quizá debamos plantearnos si los civiles conocen las consecuencias; si alguien se ha tomado las molestias de informar a la población de las opciones que tenían. Tendemos a olvidarnos de la historia. No analizamos las razones; lamentamos las consecuencias de un suceso. El mundo se vuelve egoísta cada vez que no mostramos interés por lo que pasa a nuestro alrededor. Y no pasa solo con este caso concreto ni únicamente a nivel continental o mundial: las personas están más preocupadas por el nuevo iPhone que sale en 2019 que de lo que piensa un ucraniano que desea la independencia de Rusia. Quizá el Brexit sea solo el principio de un mundo en el que todos seamos egoístas, en el que prime la paz individual sobra una estabilidad mundial que beneficie a todos. Si los recientes pronunciamientos se vuelven algo cotidiano el globo volverá a la Edad de Piedra; luchas constantes por lo básico y una carrera constante por sobrevivir. Mientras que en este mundo no nos preocupemos por lograr un equilibrio entre el general y el particular, no conseguiremos evolucionar como especie: Homo Sapiens Sapiens; físicamente iguales, intelectualmente envenenados de codicia, egoísmo y avaricia. Solo queda decir: Bienvenidos a los Juegos del Hambre, recordad que solo puede ganar uno y… ¡Que gane el mejor! Claudia Nieto 2ºBACH
«África sí que interesa, sobre todo a la gente joven»

Escritor, periodista, africanista, ex misionero. Toda una referencia en el periodismo internacional especializado en África con más de 20 años trabajando junto a niños soldados. Estrenamos la sede del Colectivo Peseta conociendo a Chema Caballero, colaborador del blog África no es un País y la revista digital Mundo Negro, y autor de libros sobre África, entre los que se encuentra Edjengui se ha dormido. Un libro que refleja la situación de los pigmeos baka del sur de Camerún, enfrentados a una realidad contra la que luchan para evitar su extinción, y con los que desde Ábaco colaboramos en un proyecto de hermanamiento escolar y apadrinamiento de centro de Ed.Infantil junto a la ONGD Zerca y Lejos. Peseta Street Journal: Bueno lo primero, buenas tardes y muchas gracias por recibirnos para hacerte la entrevista. Chema Caballero: No, gracias a vosotros por el interés. Peseta: Periodista, escritor y misionero. A primera vista, poco relacionado. ¿Con qué empezaste antes y cómo lo has ido ligando? Chema: Bueno, esto es como la evolución de la vida, vas empezando y al final vas de un campo a otro. Empecé estudiando Derechos Humanos y Resolución de conflictos, y luego a partir de ahí, por cuestiones personales de fe, llegué a la misión y estuve de misionero, siempre todo ligado a mi trabajo de Derechos Humanos. Después, también por cuestiones personales, dejé la misión. En mi campo se me dio la oportunidad de escribir. Sobre todo porque la visión que se tiene de África aquí en España es siempre ligada a guerras, enfermedades, cosas negativas; y sí, es verdad, es eso pero es mucho más que todo eso: es música, es literatura, es iniciativa de gente joven en redes sociales… y era bueno conocer también esa parte de África y ahí fue cuando empecé a escribir sobre el África que yo conozco. Peseta: Dar a conocer lo que la gente no conocía, ¿verdad? Chema: Pues sí, un poco el objetivo era ese. Y de ahí han ido surgiendo cosas. Siempre con el objetivo claro de mostrar el África real, no como lo quieren contar los medios de comunicación tradicionales. Peseta: Hemos visto como la mayoría de los artículos que has escrito en el periódico “El País” están relacionados con tu experiencia como misionero. De esta forma has conseguido acercar problemas graves y desconocidos a países del norte como es España. ¿Crees que se podría hacer un mejor uso de los medios para concienciar a las personas sobre problemas como estos? Chema: Yo creo que sí, y es lo que estamos haciendo. Tener una plataforma dentro de “El País” con la que puedes llegar a mucha gente que normalmente no llegaría de otra forma te da la posibilidad de transmitir los problemas. No solo contar que hay una guerra en República Centroafricana o en Sudán del Sur, sino contar por qué hay esa guerra. Normalmente nos venden los conflictos como guerras de religión entre cristianos y musulmanes, por ejemplo, o guerras étnicas entre un grupos de negros, y eso es mentira. Detrás de estas guerras siempre hay un interés de una materia prima que nos interesa a nosotros. Puede ser petróleo, cobalto, uranio, etc., y eso nunca nos lo cuentan; hay que contar esas cosas, hay que saber por qué pasan las cosas y cuál es nuestra implicación y responsabilidad. Desde esta plataforma nos permiten hacer este tipo de cosas y después, contar también la otra África. Peseta: ¿Crees que los medios de comunicación utilizan un lenguaje racista en el tratamiento de la información sobre personas de origen extranjero? Chema: Sí, lo estamos viendo constantemente. En temas de emigración, crisis, avalancha, de invasiones, de asaltos… están poniendo a la otra persona como un enemigo, es decir, es un lenguaje muy sutil con el que dicen que el otro ya es alguien que viene a apoderarse de lo nuestro, con lo cual ahí ya están buscando una opinión. Hay un problema en los medios de comunicación y es que los grandes medios de comunicación no informan, opinan. Las formas de contar la noticia es posicionándose ante ella. Son medios que, normalmente, se mueven por intereses, como el hecho de que no nos cuenten que hay cosas de África que funcionan: derechos humanos, iniciativas de jóvenes que luchan por un mundo mejor, como aquí en España… El hecho de que no nos cuenten esa parte, nos hace que lo reduzcamos a las guerras, a lo terrible. Por lo que sí, es un lenguaje racista, xenófobo y, sobre todo, discriminatorio. Peseta:¿Crees que tus artículos interesan a la sociedad española y pueden crear un cambio real en la concienciación sobre dichos problemas? Chema: Creo que sí. Hay una mentira, que dicen que África no interesa y por eso no sale en los medios de comunicación y lo que estamos demostrado es que es mentira, porque nuestros artículos se leen, llegan muy lejos y vemos las reacciones de la gente. Son artículos que leen veinte mil o treinta mil personas que se interesan por África. Entonces yo creo que sí interesa a las personas y que está ayudando a mucha gente que nos responde cosas como “quiero saber más” o “yo no sabía eso”, sobre todo gente joven que está preocupada por todo esto. Peseta: ¿Notáis que la gente joven se interesa más que gente más mayor? Chema: Sí, sobre todo tenemos mucho lector joven o de mediana edad. Posiblemente la gente más mayor tiene su idea formada y es muy difícil el cambiarla. Pero yo creo que en la gente joven sí que existe esa inquietud por conocer algo distinto. Peseta:¿Cuál crees que es el problema más grave y menos tocado por los medios en relación con lo que has vivido? Chema: Yo creo que, posiblemente, no contarnos las causas de por qué suceden las cosas de África. Como comentaba antes, nos venden África como un lugar donde parece que a la gente les gusta matarse o estar enferma. Y nunca lo que hay detrás de todo esto: el expolio al que Occidente
Y ésto, es mi vida de estudiante adolescente.

Siente. No, así no; no lo estás haciendo bien. Fluye. No, así tampoco; no lo intentas lo suficiente. Exprésate. No, así no; ¿Qué haces? Cálmate. Va en serio; así no vas a ninguna parte. Concéntrate. Venga va, que puedes, si no lo haces es porque no quieres. Relájate. Pero no demasiado, que te me desconcentras. No, así no. Estudia. Más, si no no vas a aprobar y no te va a salir. Sal a la calle. Si no te da el sol vas a deprimirte. Ve siempre con una sonrisa. Pero esa no; pareces demente. ¿Qué dirán de tí si vas así? Opina. No, pero no así; que es demasiado fuerte para mí. Quiérete. ¿ Si no te quieres a tí quién te va a querer? Ama a quien quieras. Pero no a quien la sociedad no acepte. Disfruta. Sí pero con cabeza, no campes a tus anchas. Ríete más. Pero solo lo justo, no peques de locura. Sueña. Ah, pero eso no; no es conveniente. Haz amigos. Pero no de esos de rastas y piercings, son mala influencia. Ayuda. Pero solo al que lo necesite mucho más que los demás. Decídete. Ay, pero eso no, mira; tiene que ser así. No te enfades. No tengo la culpa de todo lo que te pasa. Sigue mis consejos. Que aunque es tu vida yo tengo más experiencia. Ey, pero vive. Vive porque vida solo hay una. Vive y no te estreses, que el estrés es malo. Anda ve a tu cuarto y haz algo productivo. Y ésto; es mi vida de estudiante adolescente. Claudia Nieto
Querido hombre:

Querido hombre: No me enseñes a no salir de noche por la calle. No me digas que voy demasiado corta o que llevo demasiado maquillaje. No pienses que mi trabajo es menos válido porque lo haya hecho una mujer. Si me vas a contratar, no me preguntes si pienso quedarme embarazada, lo que haga con mi cuerpo no es asunto tuyo. No necesito que me ayudes cada vez que me caigo: sé levantarme sola. No busco gustarte, no me visto y maquillo por y para ti. No quiero que me llames guapa o que me digas qué debo hacer para que te fijes en mí. No necesito tus piropos. No me halagan. Llámame fuerte, valiente, divertida, inteligente. Valórame por mi esfuerzo y por mi trabajo, no por mi físico. Tócame, pero solo si yo te doy permiso. Y, sobre todo, respétame y valórame porque, al igual que tú, yo también soy una persona. Este es mi cuerpo y, estas, son mis reglas. Irene de Miguel
