El pasado 17 de octubre fue el 100 aniversario de la conocida compañía Disney creada por Walt Disney quien comenzó su trayectoria profesional al fundar la empresa Laugh-O-Gram Films y se dedicó a hacer cortos infantiles como Betty Boop o El gato con botas. Pero debido a la quiebra de su principal cliente, Disney se vio obligado a trasladarse a Hollywood en 1923 y allí fundó junto a su hermano Roy la Disney Brothers Studio, donde nació el icónico personaje Mickey Mouse y en 1932 a crear las Sinfonías Tontas, una serie de cortometrajes donde por primera vez el pato Donald, Pluto y Goofy ven la gran pantalla. Unos años después se creó el primer largometraje Blancanieves y los siete enanitos y desde ese momento se han estrenado decenas de películas. Desde siempre Disney se ha conocido como “la fábrica de sueños”, ya que ha pertenecido a los recuerdos de la infancia de todos los niños alrededor del mundo, pero ¿siempre ha sido así de idílico y mágico?
La respuesta, como todo, es un claro no. Detrás de esa fachada, Disney contiene enseñanzas subliminales que pueden afectar al comportamiento y mentalidad de los adultos que las consumieron en su infancia. En las películas antiguas, los géneros y estereotipos raciales y culturales han provocado grandes críticas en la actualidad, estos se pueden apreciar en el esquema repetitivo que tenían todas la películas donde las mujeres para ganar el amor de un hombre, deben desprenderse de su intelecto, pensamientos e independencia; también en la labor de ama de casa en las mujeres como en el caso de Blancanieves y la Cenicienta. Otro concepto muy criticado de Disney son los personajes que hacen de antagonistas, ya que siempre son enfermos mentales y personas sin un cuerpo estereotipado, mientras que el príncipe y la princesa siempre tenían una belleza y un cuerpo ideal.
Sin embargo, Disney ha presentado en los últimos años una gran evolución respecto al papel de las mujeres en las películas, como en el caso de Frozen, Moana, Brave, etc, donde las protagonistas son mujeres independientes, fuertes y con el control total de sus propias vidas, además de que no necesitan a un personaje masculino para que las salve. En esa misma línea, un estudio de Coyne, reveló que las películas de Disney son ricas en comportamientos prosociales, como compartir, superarse a uno mismo, ayudar a otros y apoyarlos un gran ejemplo de esto es la película de Zootopía, donde una conejita quiere ser policía pero se burlan de ella, pero gracias al apoyo de su mejor amigo y su gran superación, lo consigue y se convierte en una gran policía.
Teniendo en cuenta la actual evolución de Disney, está claro que a partir de ahora sus películas van a ser más inclusivas, contando además con un papel más relevante de la mujer independiente y fuerte. Sin embargo, sus películas anteriores al igual que las actuales, seguirán siendo la infancia de nuevas generaciones, por lo que los padres deben sentarse con sus hijos a explicarles que la realidad, fuera de las películas es de otra forma y que aunque sean clásicos tienen muchos problemas morales y sociales que no deben existir en la actualidad sí que deberían verlas, pero con el enfoque de la evolución que ha tenido la sociedad para no repetir los mismos problemas.
Noelia Martínez Jiménez – 1º Bachillerato
