No quiero ser tu compañera
ni que mi voluntad obtures con mi miedo,
no quiero ser tu prisionera,
¡Sopla fuerte! ¡Arrastra el velo!
Sombras que pretenden dar el alto,
rocas que se esparcen cubriendo el camino.
Sigiloso, asustando, vas robando
mi libertad, mis pasos, mi destino…
Pretendías escribir mi historia,
turabandome de oscuros sentimientos,
ensuciando poco a poco la memoria,
llenando de rencor mis sentimientos.
No quiero mirar atrás y verte,
déjame respirar el horizonte eterno,
llévate el temor de aquel que siente
al observar el campo que quedó yermo.
Cuando en soledad a su puerta llegue,
orgullosa de haber vivido plena,
una última mirada leve,
el adiós de la muerte que me lleva.
Vera Vilches Torres. 2º E.S.O