Me imagino vistiendo los días
que ahora duermen desnudos.
Cubriéndoles con sábanas blancas
en la mañana perfecta:
constante, sin prisa, sin miedo.
Me imagino despacio.
Aislada del tiempo,
que discurre poco a poco
y cada vez va más despacio.
Yse detiene.
Y se hace eterno.
Me imagino entre mis brazos,
unicos para sostenerme.
A mí;
un cuerpo roto
que ya no siente.
Lorena Monge