La NASA sorprende al mundo con un prototipo de motor que podría llevar a los humanos a otros planetas mucho más rápido de lo que se imaginaba.
Washington D. C., 11 de septiembre de 2035: La NASA, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Agencia Espacial Europea, ha anunciado algo que parecía imposible: la creación de un motor capaz de viajar a la velocidad de la luz. Este invento podría cambiar por completo la forma en la que se explora el espacio.
La idea viene del físico mexicano Miguel Alcubierre, quien creó un concepto para viajar más rápido que la luz. Los científicos tomaron esta teoría y la hicieron realidad con el motor Alcubierre-X1, un cilindro metálico con anillos especiales que generan un efecto parecido a un túnel de luz, conocido como el “colapso por burbuja”, una distorsión invisible que acorta la distancia entre dos lugares. Así, no tiene que moverse como un cohete convencional, sino que el motor hace que el espacio de delante de la nave se acerque, mientras que el de atrás se aleje.
Al principio, la energía que necesitaban era incontrolable; los primeros experimentos fallaban porque el “hologram” desaparecía antes de tiempo. También fue difícil usar la materia porque ni los propios científicos sabían cómo funcionaba. Muchos expertos pensaban que todo esto era imposible y cuestionaban que el motor pudiera funcionar. Los ingenieros tuvieron que estudiar cómo manipular la materia sin que el motor se volviera inestable. Además, los especialistas no creían que fuera posible y criticaban cada intento, lo que hizo que el proyecto se desarrollase lentamente.
Finalmente, en 2035, la NASA, junto con la colaboración de varios laboratorios, consiguió que el motor Alcubierre-X1 funcionara por primera vez sin apagarse ni moverse, algo que nunca antes se había logrado.
El próximo reto será en 2037, cuando el motor intentará realizar su primer vuelo de prueba hacia Alpha Centauri, el primer sistema estelar más cercano, situado a 4,3 años luz de la Tierra. Con esta nueva tecnología se tardaría poco más de cuatro años. Sin embargo, con la actual se llegaría en unos 80.000 años.
Bill Nelson, director de la NASA, dijo en la presentación: “Hoy damos un paso histórico. Este avance demuestra que los límites del espacio ya no son tan imposibles como pensábamos”.
Jorge Álvarez Magallares – 3º ESO
