Peseta Street Journal

El pasado miércoles 31 de marzo de 2110, aterrizó en Estados Unidos la cápsula Anipa V, tripulada por el comandante Tom Jhonson, el piloto del módulo del mando Michael Holland y el piloto del módulo lunar James Collins. Estos aseguran haber descubierto un nuevo mundo habitado en el brazo de Norma.

Esta expedición fue creada para explorar la galaxia en busca de un planeta habitable.  Tras 1836 días del inicio de su misión, la nave espacial Anipa V, detectó un planeta con una atmósfera similar al de la Tierra. Ante este acontecimiento, el comandante decidió explorar ese planeta. Por el análisis de sus elementos, se confirmó que era habitable, con características parecidas a las de la Tierra. La expedición había dado sus frutos. Después de dos semanas explorando el planeta bautizado como “Última Thule”, descubrieron que había formas de vida avanzadas, aunque al principio les resultó difícil comunicarse con ellos al tener un idioma distinto y al ser un lugar remoto.

La descripción que nos proporciona la tripulación sobre “Última Thule” es que se trata de un planeta con mucha vegetación y abundante agua. Además, en su parte Norte , donde reside la población, se encuentran ciudades con una gran tecnología, mientras que en la parte Sur, al tener temperaturas extremadamente variables, se encuentra deshabitada.

Según las declaraciones de Tom Jhonson, este nuevo planeta presenta unas nuevas tecnologías que podrían significar un avance importante en la ciencia. Entre las más interesantes, cabe destacar, que en el ADN de una especie animal, se encuentran una células denominadas “Células de la Eterna Juventud”, que hace que los seres humanos envejezcan más lento, lo que revolucionará la medicina, dando la posibilidad de que haya una mayor esperanza de vida. Además, los habitantes de “Última Thule” han desarrollado un sistema en el que se puede comunicar con las plantas a través de las ondas que transmiten al acercar un dispositivo. Esto facilita la comprensión de las necesidades y estados de las plantas, lo que podría transformar la agricultura.

Este descubrimiento no solo nos hace saber que no estamos solos en el universo, sino que también supone un gran avance para la humanidad, ya que nos asegura un lugar en caso de que los recursos naturales de la Tierra se agotaran, además de un intercambio cultural, proporcionándonos así nuevas tecnologías que podremos implementar en nuestro día a día, haciendo una vida más fácil.

Los científicos esperan ansiosamente el siguiente paso de esta misión, que promete descubrir más secretos sobre este maravilloso mundo y sus habitantes.

Nerea Prieto Román – 3ºESO