Siglo de Oro, teatro, poesía, comedia, hermoso… No me voy a presentar, porque con estas palabras todo el mundo sabe quién soy, lo tiene que saber, y quien no lo sepa, que ponga los pies en tierra.
¿Qué hubiera sido de España sin mí en el Siglo de Oro? Ya te lo digo yo, nada. Llevé el entretenimiento a través de la poesía a las butacas de las casas, y también en el famoso corral de comedias, donde mis obras triunfaban allá donde viajaban. No solo pienso yo que soy el mejor, sino que Calderón, Tirso de Molina y Ruiz de Alarcón también lo pensaban, porque sino ¿por qué se inspiraron en mí para ser tan famosos?
Mis versos y poemas hundían a la gente en la poesía, y se empezó a amar la literatura y a tomarse mucho más en serio al amor con el mejor poema de amor del siglo, el Soneto, escrito por el más sabio en el tema, por mí. Y ya que estamos hablando de obras, ¿os suenan La dama boba, El perro del hortelano, Fuente Ovejuna y el comendador de Ocaña? Pues claro que sí, porque son mías. Son las mejores obras teatrales que se han visto en toda la historia del teatro, ¿y eso por qué? Porque son unas de las primeras obras representadas en el teatro moderno, y obviamente, dicho teatro fue creado por mí.
Si después de mi muerte le preguntaras a alguien por mí, te dirían que fui uno de los poetas y dramaturgos más importantes, además de un gran lírico de la lengua castellana, y cómo no, escribía en estilo barroco. Este gran éxito se debe a que gasté mucha tinta y tiempo en escribir mis pasiones y sentimientos, y conseguí escribir 3000 sonetos y 1500 teatros a lo largo de mi vida. La mayoría de las personas del futuro, dirán que el mejor de nuestra época fue Miguel de Cervantes, pero no es verdad, ¿por qué? Primero, porque yo triunfé más en poesía, y segundo, porque a diferencia de él, yo era el mejor en teatro, ya que él ni triunfó en él. Cuando yo empecé en el teatro, vio que tenía mucha fama y me quiso copiar, y al pobre no le salió bien y nunca tuvo éxito en él, en cambio, yo me adentré en su mundo escribiendo una novela, la segunda parte del Quijote, que tuvo más éxito que él en el teatro. Siempre tuvimos peleas y las acabé ganando, porque tenía más cosas con las que argumentar.
Una gran diferencia que tengo con el resto de escritores de mi generación, es que yo no tuve que trabajar en nada más para tener dinero, ya que gracias a mis escrituras adquirí el dinero necesario (y más de lo necesario) para poder vivir una buena vida. Y si alguien todavía me sigue juzgando, solo le quiero recordar que han hecho un premio en mi honor para memorar lo importante que fui.
En conclusión, si yo, Lope de Vega, no hubiera inventado el teatro moderno, escrito miles de sonetos y novelas, la gente no hubiera encontrado el verdadero significado del amor ni conocido la verdadera literatura, y eso es algo que nadie se merece (bueno, Cervantes sí).
Leire Alba González – 2ºESO