Según el artículo 178 del código penal un beso no consentido a una mujer podría ser catalogado como agresión sexual. Y esto nos lleva a preguntarnos: ¿si tan evidente es el delito porque no se actúa de forma rápida y ha creado tanta controversia? Para comenzar el enfoque podría centrarse en el hecho de que en los últimos años ha habido un aumento de abusos de poder de superiores hacia mujeres como consecuencia de querer menospreciarlas. A simple vista, puede parecer un gesto sin importancia fruto de la efusividad del momento pero si con profundidad observamos es un gesto que se cataloga como inaceptable e intolerable en la sociedad actual.
Un reciente artículo explicó que una de las mayores consecuencias de este terrible acto es la pena de prisión. Todo el mundo piensa que un simple beso, un beso, no tendría consecuencias penales hasta el momento en el que es sin consentimiento y entre adultos. Muchos son los que piensan que ese beso es como el que te da tu abuela o madre cuando llegas a casa, pero no es así. En este acto que podemos calificar de obsceno, de falta de respeto, de inoportuno y que minimizó todos los logros del fútbol femenino, no hubo respeto ni mucho menos consideración hacia una mujer. Fue un abuso de autoridad de un superior que nunca debió producirse.
Desde un punto de vista personal, se lo que una madre, hija, hermana, prima, abuela, en definitiva mujeres, pueden llegar a sufrir cuando se las desestima de esa vulgar forma. En este caso, adquiere mucha importancia el caso de Jenni Hermoso, ya que después de haber conseguido el mayor éxito en su carrera se sintió indefensa y ofendida. Como mujer no me puedo llegar a imaginar como se puede pasar de un sentimiento de alegría, emoción y satisfacción a un sentimiento de impotencia y sin tiempo de reacción.
En relación a la pregunta planteada en la introducción, no se actúa de una forma rápida cuando hablamos del presidente de la Real Federación Española de fútbol y que por tanto representa a todo un país. Es sorprendente como los familiares del presidente, que al principio se encerraron en una iglesia como sinónimo de oposición e injusticia, luego fueron los que le aconsejaron dimitir debido a la presión social. Esperemos que esto sirva para que las futuras generaciones hayan aprendido que lo verdaderamente importante es el logro conseguido por el equipo femenino y el mantenimiento de los valores de respeto, igualdad entre hombres y mujeres y tolerancia y no un gesto que se realizó sin consentimiento y en un momento inoportuno. Y como dijo Frances Wright “la igualdad es el alma de la libertad; de hecho, no hay libertad sin ella”
Lucía Veloso Beltrán. 2º Bachillerato.