Peseta Street Journal

La calle del Espejo fue fundada en el siglo XVII y se ubica en pleno casco histórico de la ciudad cerca de la Plaza Ópera, entre la calle de Santiago y la de la Independencia. Esta se encuentra en el distrito Centro de la capital y cerca de ella se encuentra la calle del Lazo y la del Conde de Lemos.

Entre los siglos IX y XII esta calle era conocida como la calle de la Atalaya o calle del Espejo, que por esos tiempos se llamaba calle del “speculum” que deriva del latín. Actualmente se desconoce el porqué del primer nombre. Se dijo que se debería de haber quedado ese nombre, ya que por aquel entonces al lado de esta calle había una atalaya en la reconquista cristiana de Madrid y ningún espejo. Pero al final se quedó este nombre por una mala traducción entre “speculum” y ”specula”, en latín atalaya. Por este error tan insignificante ha quedado un azulejo a modo de placa en la que se ve el espejo.

En su origen, por esta pequeña callejuela del antiguo barrio de Palacio corría la muralla del Madrid morisco. Cuentan que Ramiro II de León, primer conquistador cristiano conocido, abandonó esta plaza al no tener guarnición para defenderla o simplemente porque una vez saqueada, ya no merecía la pena conservarla.

Más tarde, en 1810, esta calle sufrió una operación de limpieza y expansión urbanística que supuso el derribo de varios edificios. También experimentó el deseado capricho del rey Felón, que ilusionó a la población con hacer una plaza circular con un coliseo en la parte central, pero al final cambió de idea y se quedó todo a medias y tuvo que tirarse abajo. Al final se construyeron varias manzanas de casas entre la iglesia de Santiago y la calle del Espejo, con calles que formaban figuras simétricas que resultaron ser poco transitadas.

Esta calle tuvo mucha influencia en la época de la Reconquista cristiana contra los musulmanes. Cuando los cristianos consiguieron conquistar la ciudad, Alfonso VII de Castilla inició las obras de esta gran muralla. A principios del siglo XIII la muralla aún no estaba concluida tal y como se reconoce. Diferentes documentos municipales hacen pensar que pudo finalizar en la segunda década del siglo XIII. Esta desempeñó una función defensiva tras la Reconquista. Finalmente, fue derribada en el siglo XVI con la designación de la ciudad como capital de España.

En definitiva, esta es una calle céntrica de Madrid con mucha historia, con edificios importantes en la que vivieron y por los que pasaron muchas personalidades del Madrid morisco y de la Reconquista. Una calle con mucha vida.

 

Iván Hernández Casañas – 2º ESO