El otro día fui a pedir un aumento de paga a mis padres y se negaron utilizando como excusa que ellos con diez pesetas se las apañaban para salir y comprarse sus cosas. Después de oír eso me pregunté ¿cómo puede ser posible comprar algo por diez pesetas que no equivalen ni a diez céntimos en la actualidad?
La subida de precios no es una novedad para los españoles, quién no ha notado la subida de precios. Si compras en el supermercado habitualmente habrás notado cómo productos básicos ahora parece que son capricho de algunos. La gasolina, la vivienda, la ropa, fruta, patatas, leche, huevos… son uno de los pocos ejemplos que podemos encontrar en los que sus precios están subiendo como la espuma. El caso más claro es el aceite de oliva que ha pasado de ser un producto común a un antojo que vale su peso en oro.
Ahora sí, como pasa en la mayoría de países, si los precios suben, los sueldos también suben. ¡Pues no! Los únicos en subir son los de los políticos que parecen ser los principales beneficiados de esta situación. No solo han utilizado la subida como excusa para incrementar sus sueldos sino que parece que les gusta ver sufrir a los españoles y no cambiar nada para evitar esta escalada. Además de que son inmunes a los precios desorbitados, por ejemplo el menú del congreso no ha cambiado nada su coste y ahora mismo ronda los seis euros, precio imposible de encontrar en ningún otro sitio.
Durante estos años hemos podido ver algún sutil intento de ayudar a la sociedad. Un ejemplo puede ser la ayuda del alquiler de la Comunidad de Madrid o ayudas con el pago de la gasolina. Pero su propio nombre lo dice, son “ayudas” que no evitan la subida de precios ni incrementan sueldos, sino que nos hacen ser más dependientes del gobierno para llegar a fin de mes.
Estas ayudas han generado una gran inflación que hace referencia al aumento de los precios de bienes y servicios en un periodo de tiempo, o lo que es lo mismo, la disminución del valor del dinero con respecto a la cantidad de bienes y servicios a comprar con él. Este es el problema que estamos teniendo en España y los políticos no se pueden quedar de brazos cruzados sin hacer nada. Para ello necesitamos elegir a gente preparada que sepa sobre economía y cómo solventar los problemas actuales, para que puedan implementar medidas que aligeren la situación actual de los españoles, como por ejemplo aumentar la oferta de productos en vez de intentar reducir la demanda. Solo de esta manera dejaremos de ser esclavos de un sistema que parece que su único objetivo es que dependamos de él para poder llegar a fin de mes.
Marcos Benítez Sánchez. 1ºBTO