Tras investigar un poco sobre astros, he podido aprender muchas cosas. Una de ellas, es que hay billones de planetas habitables, obviamente, todos extrasolares. Y aunque la idea de viajar por el espacio colonizando tierras nuevas es increíblemente tentadora, es posible que tardemos muchos años luz en lograrlo.
Los científicos y astrofísicos investigaron. Era evidente que el Sol, nuestro Sol, acabaría por morir, al igual que toda estrella. Sabiendo eso, se dieron cuenta que necesitaríamos otro lugar para que los humanos pudieran tener otro hogar.
La conclusión a la que llegaron fue buscar otro planeta habitable.
La búsqueda duró, y fue por eso que telescopios como el Hubble fueron cruciales para poder encontrar el futuro de la Tierra. Al final de la búsqueda, contaban con numerosas opciones, pero todas superaban los 3 años luz de distancia. ¡Algunos planetas se encontraban a 159 años luz!
Una de las primeras opciones era un planeta muy similar a la Tierra. Parecía habitable y tenía agua y atmósfera. ¡Increíble! Pero otro problema fue detectado: la gravedad de aquel mundo era un 60% mayor que la de la Tierra. Pese a que ese solo era un pequeño inconveniente sin importancia, la distancia era demasiado grande.
Buscaron otro planeta y tras décadas de busca, ¡lo lograron! Un pequeño exoplaneta (relativamente, claro) que orbitaba dentro de la zona habitable de la enana roja Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, parecía ser la mejor opción. También estaba relativamente cerca: a tan solo 4,23 años luz de la Tierra, en la constelación de Centauri.
Todo marchaba bien, hasta que recientemente una gran llamarada procedente de Próxima Centauri consumió el planeta. Pese a que ésta catástrofe puede sonar reciente o incluso inmensa, no es así. Nuestra tecnología no es tan sofisticada como creemos, y es que esto ocurrió hace cuatro años, pero no pudimos saberlo. Han investigado el suceso y tampoco es seguro ir allí hasta que pase algo de tiempo ya que puede que se repita el fenómeno. Es una desgracia lo que el propio cosmos puede hacer.
Alba Arenas 1º ESO.