Para muchas personas, hoy todas las calles son de la amargura. En las ciudades es posible encontrar personas que duermen en la calle. Son gente que no dispone de un lugar acogedor donde vivir y en el que pasar la noche. Cuando se encuentran con estas personas, normalmente pasan de largo, unas veces pensando que no pueden hacer nada para remediar su situación, otras veces sin pensar en nada, con una serena indiferencia. Es un asunto que no les concierne.
La calle de la Amargura no es solo una expresión o un dicho gracioso, sino que tiene una historia de Madrid detrás de ella. Aunque hay muchas calles en España con esos nombres, la “original” se sitúa en el centro de la capital del país. La Plaza Mayor de Madrid, una fantástica explanada llena de la historia de la calle de la Amargura.
Nueve arcos que desembocan otras calles, una de ellas el 7 de julio. Una breve callejuela de no más de treinta y cinco metros. Esta discreta calle, hasta mediados del siglo XIX se llamaba calle de la Amargura. ¿Por qué? A continuación las siguientes teorías es el origen de la calle que son muy curiosas de conocer y explorar en ellas y saber su pasado.
La primera hace referencia a la Plaza Mayor, ya que antes era ocupada por una laguna y por toda la zona crecían hierbas de sabor amargo.
La segunda hace referencia histórica; el momento que Alfonso XI y sus soldados marcharon a Algeciras para luchar contra los árabes. Parece que esta calle fue el combate donde los guerreros se despidieron de sus mujeres e hijos. Ante la desoladora imagen el Arzobispo de Toledo apuntó: ‘Esta es la calle de la amargura’
La última teoría apuntaba de que en esta estrecha callejuela pasaban los prisioneros condenados a muerte en la Plaza de Villa hasta la Plaza Mayor, en su trayecto hacia la cárcel, unos últimos pasos de vida da a una amarga vida.
Pero la principal en la que la gente cree es la segunda, la más lógica, pero es por eso que las leyendas cuentan que así nació la calle de la Amargura.
Esta frase ha trascendido su imagen histórica para convertirse en una expresión usada para describir una ‘situación angustiosa prolongada’. Anteriormente, la calle 7 de julio es reemplazada por la calle de la Amargura, que se sitúa en el mismo sitio en la que se originó. En Jerusalén hay una que tiene un nombre equivalente: la vía o calle dolorosa, por la que según la tradición el Señor Jesús pasó con su cruz a cuestas del Calvario (cuyo lugar se encuentra en la Basílica del santo sepulcro). También está calle trae malos recuerdos que, sólo en la fe en la resurrección, pueden considerarse cargados de esperanza. Hoy en día está llamada actualmente está situada en el mismo lugar que la antigua, siete de julio. “Me traes por la calle de la amargura’’ un dicho gracioso que mucha gente dice sin saber su significado o su por qué.
Ainara Souto Ospina – 3º ESO