Escritor, periodista, africanista, ex misionero. Toda una referencia en el periodismo internacional especializado en África con más de 20 años trabajando junto a niños soldados. Estrenamos la sede del Colectivo Peseta conociendo a Chema Caballero, colaborador del blog África no es un País y la revista digital Mundo Negro, y autor de libros sobre África, entre los que se encuentra Edjengui se ha dormido. Un libro que refleja la situación de los pigmeos baka del sur de Camerún, enfrentados a una realidad contra la que luchan para evitar su extinción, y con los que desde Ábaco colaboramos en un proyecto de hermanamiento escolar y apadrinamiento de centro de Ed.Infantil junto a la ONGD Zerca y Lejos.
Peseta Street Journal: Bueno lo primero, buenas tardes y muchas gracias por recibirnos para hacerte la entrevista.
Chema Caballero: No, gracias a vosotros por el interés.
Peseta: Periodista, escritor y misionero. A primera vista, poco relacionado. ¿Con qué empezaste antes y cómo lo has ido ligando?
Chema: Bueno, esto es como la evolución de la vida, vas empezando y al final vas de un campo a otro. Empecé estudiando Derechos Humanos y Resolución de conflictos, y luego a partir de ahí, por cuestiones personales de fe, llegué a la misión y estuve de misionero, siempre todo ligado a mi trabajo de Derechos Humanos. Después, también por cuestiones personales, dejé la misión. En mi campo se me dio la oportunidad de escribir. Sobre todo porque la visión que se tiene de África aquí en España es siempre ligada a guerras, enfermedades, cosas negativas; y sí, es verdad, es eso pero es mucho más que todo eso: es música, es literatura, es iniciativa de gente joven en redes sociales… y era bueno conocer también esa parte de África y ahí fue cuando empecé a escribir sobre el África que yo conozco.
Peseta: Dar a conocer lo que la gente no conocía, ¿verdad?
Chema: Pues sí, un poco el objetivo era ese. Y de ahí han ido surgiendo cosas. Siempre con el objetivo claro de mostrar el África real, no como lo quieren contar los medios de comunicación tradicionales.
Peseta: Hemos visto como la mayoría de los artículos que has escrito en el periódico “El País” están relacionados con tu experiencia como misionero. De esta forma has conseguido acercar problemas graves y desconocidos a países del norte como es España. ¿Crees que se podría hacer un mejor uso de los medios para concienciar a las personas sobre problemas como estos?
Chema: Yo creo que sí, y es lo que estamos haciendo. Tener una plataforma dentro de “El País” con la que puedes llegar a mucha gente que normalmente no llegaría de otra forma te da la posibilidad de transmitir los problemas. No solo contar que hay una guerra en República Centroafricana o en Sudán del Sur, sino contar por qué hay esa guerra. Normalmente nos venden los conflictos como guerras de religión entre cristianos y musulmanes, por ejemplo, o guerras étnicas entre un grupos de negros, y eso es mentira. Detrás de estas guerras siempre hay un interés de una materia prima que nos interesa a nosotros. Puede ser petróleo, cobalto, uranio, etc., y eso nunca nos lo cuentan; hay que contar esas cosas, hay que saber por qué pasan las cosas y cuál es nuestra implicación y responsabilidad. Desde esta plataforma nos permiten hacer este tipo de cosas y después, contar también la otra África.
Peseta: ¿Crees que los medios de comunicación utilizan un lenguaje racista en el tratamiento de la información sobre personas de origen extranjero?
Chema: Sí, lo estamos viendo constantemente. En temas de emigración, crisis, avalancha, de invasiones, de asaltos… están poniendo a la otra persona como un enemigo, es decir, es un lenguaje muy sutil con el que dicen que el otro ya es alguien que viene a apoderarse de lo nuestro, con lo cual ahí ya están buscando una opinión. Hay un problema en los medios de comunicación y es que los grandes medios de comunicación no informan, opinan. Las formas de contar la noticia es posicionándose ante ella. Son medios que, normalmente, se mueven por intereses, como el hecho de que no nos cuenten que hay cosas de África que funcionan: derechos humanos, iniciativas de jóvenes que luchan por un mundo mejor, como aquí en España… El hecho de que no nos cuenten esa parte, nos hace que lo reduzcamos a las guerras, a lo terrible. Por lo que sí, es un lenguaje racista, xenófobo y, sobre todo, discriminatorio.
Peseta:¿Crees que tus artículos interesan a la sociedad española y pueden crear un cambio real en la concienciación sobre dichos problemas?
Chema: Creo que sí. Hay una mentira, que dicen que África no interesa y por eso no sale en los medios de comunicación y lo que estamos demostrado es que es mentira, porque nuestros artículos se leen, llegan muy lejos y vemos las reacciones de la gente. Son artículos que leen veinte mil o treinta mil personas que se interesan por África. Entonces yo creo que sí interesa a las personas y que está ayudando a mucha gente que nos responde cosas como “quiero saber más” o “yo no sabía eso”, sobre todo gente joven que está preocupada por todo esto.
Peseta: ¿Notáis que la gente joven se interesa más que gente más mayor?
Chema: Sí, sobre todo tenemos mucho lector joven o de mediana edad. Posiblemente la gente más mayor tiene su idea formada y es muy difícil el cambiarla. Pero yo creo que en la gente joven sí que existe esa inquietud por conocer algo distinto.
Peseta:¿Cuál crees que es el problema más grave y menos tocado por los medios en relación con lo que has vivido?
Chema: Yo creo que, posiblemente, no contarnos las causas de por qué suceden las cosas de África. Como comentaba antes, nos venden África como un lugar donde parece que a la gente les gusta matarse o estar enferma. Y nunca lo que hay detrás de todo esto: el expolio al que Occidente está sometiendo a África, todos los aranceles, impedimentos para que África cambie, todo tipo de chantajes políticos y económicos… eso nunca nos lo cuentan y yo creo que ese es el gran problema, porque eso no nos muestra la realidad, y así los medios se comportan como cómplices de los intereses políticos y económicos de Occidente.
Peseta: ¿Continúa existiendo el problema de los niños soldado actualmente?
Chema: Sí, ahora mismo en el mundo hay unos 300 mil niños y niñas soldado, que nacen para ser utilizados como soldados en conflictos por todo el mundo, por ejemplo en Somalia, en la República Democrática del Congo, en Sudán del Sur, etc., en cualquier conflicto que haya ahora mismo en el mundo se utilizan niños soldado. Esto es porque es mucho más barato, mucho más fácil de manipular (son mucho más terribles a la hora de entrar en combate). Me gusta decir niños y niñas para que no olvidemos que hay tantas niñas como niños; que las niñas hacen lo mismo que lo niños y además ellas son utilizadas como esclavas sexuales.
Peseta: ¿Y por qué crees que no se habla de esto en los medios?
Chema: Porque Occidente necesita de las guerras en África. Necesitamos las guerras para conseguir las materias primas que salen a partir de estos conflictos. Si el coltán que utilizamos para nuestros móviles, ordenadores o ingeniería militar saliese del Congo de una forma legal, posiblemente sería muy caro. Si lo conseguimos a través de una guerra, en la que esclavizan a niños para conseguirlo, y sale del país de manera ilegal es mucho más económico. Así podemos comprarnos un móvil por 200 o 300 euros, y si saliese legalmente del Congo, podría costar hasta 600 mil euros un móvil y claro, ¿quién se lo podría permitir? Por eso necesitamos las guerras y por eso si no ponemos fin a las guerras, no vamos a poner fin al uso de niños y niñas soldado. No hay ningún interés, no hay presiones. Los países que compran el coltán o el oro son países que lo están fomentando. Mientras no pongamos fin a esta hipocresía de Occidente, seguirá habiendo niños y niñas soldado.
Peseta: Es un poco lo que pasa con las minas de cobalto y los niños que mueren en ellas.
Chema: Sí, necesitamos del sufrimiento y de la muerte de los demás para llevar nuestro estilo de vida. Yo me acuerdo de algo que me marcó mucho y me hizo reflexionar: llevaba un tiempo trabajando en Sierra Leona y uno de los chavales me preguntó “Chema, ¿pero qué hacéis los blancos con los diamantes?” y yo no sabía muy bien qué decirle y le contesté “Cuando un chico le quiere decir a una chica que le quiere le regala un anillo de diamantes” y él se me quedó mirando y me dijo “joe, y para que alguien tenga que decir te quiero ¿tenemos que morir uno de nosotros?”. Y eso me hizo empezar a preocuparme qué es lo que realmente hay detrás de los conflictos, quién alimenta esos conflictos y qué intereses hay detrás de esos conflictos.
Peseta: Llevas en Sierra Leona desde 1992. Además de la experiencia, ¿qué te has podido llevar de allí?
Chema: Bueno, la experiencia ya es muchísimo, dolor de cabeza también mucho. Mi vida es muy distinta. He vivido muchos años seguidos y después he seguido viajando mucho por el continente por lo que ya no soy el mismo, ha cambiado hasta mi forma de interactuar con las personas. Veinte años son mucha cosa, sobre todo familia, porque al final he creado lazos con tanta gente que al final son familia. Por ejemplo, ahora estaba hablando con uno de los chavales, me estaba mandando fotos de otro que acababa de tener un hijo y la semana pasada fue la ceremonia de darle nombre – aquí sería como el bautizo-. Por lo que creas una gran familia que es parte de mí y que mucho de lo que soy ahora mismo es por esta gente.
Peseta: Edjengui se ha dormido, es un libro que da voz a un pueblo pigmeo baka de Camerún que se extingue. ¿cuáles son los problemas que está afrontando el pueblo pigmeo?
Chema: Pues fijaos, el pueblo baka (África) es una zona rica en madera. Entramos en lo mismo de siempre: ¿qué intereses hay detrás? Pues la madera, minas, etc. Así que esta gente sobra, molesta… porque si tú quieres explotar la selva y sacar el oro y la madera y hay gente, pues no puedes hacerlo. Entonces, esta gente que ha vivido toda su vida en la selva -ellos no dicen que viven en una selva sino que son parte de la selva- se les está expulsando de su ámbito de vida, se les ha desalojado y condenado a vivir en pueblos de una forma de vida sedentaria que ellos nunca han conocido. Esto hace que estas personas no tengan las mismas herramientas. No es lo mismo que tú hayas sido un campesino toda tu vida, sepas cuidar la tierra y cómo vivir de ella, que si tú has sido cazador que nunca has cultivado y que tu estilo de vida haya sido totalmente distinto. Ellos no saben desenvolverse en ese tipo de sociedad. Esto hace que mucha de esta gente caiga en depresión, termine alcoholizado y que quiera dejarse morir. Esto hace que este pueblo se vaya extinguiendo.Eso es lo que quiere la gente que está alrededor, que se extinga, así queda libre y se puede explotar más fácilmente la selva.
La buena noticia, y es lo que dice este libro, es que muchos jóvenes, los que han podido estudiar, se dan cuenta de lo que está pasando y están reaccionando, están haciendo asociaciones para decir “tenemos que luchar por nuestros derechos, integrarnos” y eso me parece que es muy bonito, gente joven que esté dando estos pasos al ver a sus mayores cómo no pueden desenvolverse. Estamos en un momento difícil, de cambio, pero yo tengo esperanza.
Peseta: La ONGD «Zerca y Lejos” con la que colaboras junto al pueblo pigmeo, también actúa en el norte de Camerún colaborando con las poblaciones afectadas por el terrorismo de Boko Haram, ¿cuál es la situación actual en el norte del país?
Chema: En el norte del país hay un conflicto desde hace años que es un conflicto de Boko Haram. Boko Haram es un grupo que nace en el norte de Nigeria, grupo que luego se une al estado islámico, un grupo yihadista. Es un grupo que surge en Nigeria simplemente para protestar contra el estado de abandono de la población civil, falta de oportunidades para los jóvenes que no pueden estudiar ni trabajar. Ante esta frustración de los jóvenes que empiezan a organizarse y a protestar de una forma pacífica, las autoridades empiezan a reaccionar de forma violenta contra ellos (disparando en manifestaciones, por ejemplo), empiezan a armarse y de ahí surge lo que al final ha sido un grupo terrorista. Este conflicto se ha ido pasando por toda la región: norte de Camerún y norte de Chad – zonas muy pobres y alejadas de centros de poder -. El problema es que estos grupos viven de saquear las aldeas, robar el ganado y las cosechas, etc., y todo eso supone mucha gente desplazada, además de los muertos.
Peseta: Y volviendo a lo de antes, esto tampoco es algo tocado por los medios.
Chema: No, no verás noticias sobre esto. Ahora ha salido un poco cuando secuestraron a las 100 niñas por el norte de Nigeria, pero prácticamente no se informa sobre estas cosas. Pero si Trump por la mañana se levanta y pone un tweet diciendo “los perros son verdes”, todos los titulares de los periódicos de ese día serán “tweet de Trump diciendo que los perros son verdes”. Que 100 niñas sean secuestradas en Nigeria o que 600 personas mueran en un atentado en Somalia no es noticia, pero que cuando hay un atentado en París, todos los medios informan de ello, porque volvemos a lo de antes: África no interesa.
Peseta: Para ir acabando me gustaría preguntarte por la ONGD “Zerca y lejos” ¿Qué has aprendido desde esta ONG sobre su trabajo en Camerún?
Chema: Es curioso. “Zerca y lejos” me contactó para escribir el libro sobre la situación del pueblo baka. Me gustó la idea porque es un tema de derechos humanos que a mí me gusta. Empezamos a trabajar para hacer el libro y luego he seguido trabajando y colaborando con ellos. No es la típica ONG, se trabaja con la gente, lo que quieren, lo que necesitan y apostando con algo que yo creo que es básico: la educación, que a partir de ahí van luchando por lo que quieren. Todo esto es lo que a mí me parece que es muy positivo.
Peseta: ¿Qué consejo le puedes dar a las futuras generaciones que se interesan tanto por el periodismo internacional de países del sur, como a la gente que se quiere dedicar al mundo del voluntariado y la cooperación?
Chema: Al mundo del periodismo, está muy jodido. Está muy jodido porque si te dedicas a África y a estas causas un poco más perdidas, está muy mal. Son muy pocos los que van por libre, los periódicos no tienen corresponsables por África, suele haber alguno en el norte pero en el resto del continente no hay. Está Pepe Naranjo, María Rodríguez y Gemma Parellada, que son los únicos que recorren el continente, viven allí y luego les pagan muy mal.
Cuesta mucho salir adelante, por ejemplo, la agencia EFE está pagando 18 euros por artículo y si tu estas viviendo en un país donde tienes que pagarte casa, luz, internet para seguir escribiendo, etc. está muy mal. Por lo que es una cuestión de vocación, que realmente te guste y que realmente quieras luchar y creas que vale la pena, como todo en esta vida. Si te quieres dedicar al periodismo, y sobre todo al periodismo internacional de causas como estas, debes saber que no te vas a hacer millonario y que es por vocación. Pero como toda aventura, vale la pena y hace falta gente que luche por este tipo de cosas. Y después, a nivel cooperación, yo creo que es algo que vale la pena. Pero para cooperar hay que formarse muy bien porque hay que saber qué puedes aportar tú a la gente en África, Asia o América Latina cuando hoy en día esa gente tiene casi las mismas oportunidades que tú, que estudian lo que estás estudiando tú, hablan más idiomas que tú… Hay que estar muy formados. Y hay que cambiar la forma de cooperar. Siempre hemos sido los blancos que hemos ido a África a decir lo que tienen que hacer, y lo que hay que hacer es ir a África de igual a igual ver lo que se puede hacer. Yo creo que es un proceso muy interesante y muy bonito a nivel personal.
Adrián Rabanal y Lorena Rodríguez.