Yo siento que bajo y caigo,
siento que no puedo subir.
Yo siento que bajo y caigo
siento que nadie me puede oír.
Quizás es una pesadilla,
otra a la que olvidar.
Y entonces miro al vacío bajo mis pies
y me siento bajar y bajar.
Cuando toque el suelo despertaré
tengo firmeza de ello.
Cada vez eso se acerca más
y es que “eso” es el suelo.
Siento que bajo y caigo
que desciendo por este abismo.
Al menos veo el cielo, azul, brillante,
al menos veo mi destino.
Algunos dicen que la vida es cruel
¡Menuda hipocresía!
Si al final a ellos son los primeros
a los que les va bien la vida.
¿Y mientras tanto yo que hago?
¡Nada más que bajar y bajar!
Cierro los ojos, miro al suelo.
Queda nada para llegar al final.
Alba Arenas. 1º ESO