¿Quién no ha oído hablar de los Récords Guinness? Esa maravillosa competición donde personas de todo el mundo se pelean por ver quién hace las cosas más increíbles. Ese lugar donde las personas compiten por una medalla que confirma que han logrado algo alucinante.
Si, esos Récords Guinness. Todos hemos oído hablar de ellos. Ya sea por los libros, por la televisión o por la vecina de al lado. Son una competición donde la gente lucha para ver quién consigue hacer cosas para las que alguien debería estar loco. Por ejemplo, las uñas más largas del mundo, la persona más fuerte o la que más camisetas se pone en un minuto. Y antes de que digáis nada, este último sí que está en el libro.
Esos eran algunos, pero hay muchos ,sorprendentemente estúpidos, que la gente sueña con alcanzar.
El libro Guinness lleva más de 60 años con nosotros y su historia es mucho más normal que los objetivos a cumplir de él. La idea de un libro de récords surgió en la década de 1950 cuando Sir Hugh Beaver, director general de la destilería Guinness estaba de caza en Wexford, Inglaterra. Allí, él y sus amigos se preguntaron cuál sería el ave de caza más rápida, pero no encontraron respuesta. En 1954, recordando esta discusión, Hugh tuvo una idea para promocionar la cerveza Guinness basándose en la idea de un libro que resolviera estas preguntas que también tenían lugar en los bares y pubs del lugar. Invitó a los gemelos Norris y Ross McWhirter a compilar un libro de datos y hechos.
Guinness Superlatives fue fundada el 30 de noviembre y abrió en dos salas de un gimnasio londinense reconvertido en oficinas.
Después de la fase de investigación, los gemelos McWhirter trabajaron en el libro por más de 13 semanas (lo que son aproximadamente tres meses), con semanas de trabajo de 90 horas. Poco sabían que estaban preparando uno de los libros más vendidos del mundo, el cual, al principio, se llamaría “The Guinness Book of Records”.
Han pasado 65 años de la inauguración de este libro, y serán 66 años en noviembre de 2020. Ahora mismo, Guinness World Records ha parecido eclipsar a la cerveza de la misma marca.
Como hemos dicho antes, este libro cuenta con records de todo tipo. Los hay imbatibles por humanos, como el de la galaxia más lejana o el agujero negro más grande. Otros, en cambio, son fáciles para los adictos a los videojuegos, como el viaje más largo realizado en Minecraft, otros son divertidos para los amantes de los animales, como Zac, el loro que logró abrir 35 latas de bebida en un minuto. Todos son entretenidos, pero otros… Es que necesitan un artículo para cada uno.
Aquí tenéis algunos de ellos:
Un hombre de Maharashtra, India, bate el récord de tener la mayor longitud en uñas. Son, concretamente, las de la mano izquierda, que miden 909´6 cm en total. La del dedo pulgar es la más larga, midiendo 197´8 cm. Si la extiende, es más larga que un jugador de la NBA.
Un hombre llamado Anthony Williams, buceó bajo el agua helada de Nueva Zelanda, durante 70 metros aguantando la respiración dos minutos y veintinueve segundos. No utilizó bombonas de oxígeno ni nada para respirar, solamente uso un par de aletas, y un traje de buceo.
Charlotte Guttenberg, la anciana con más tatuajes del mundo, llega a cubrir un 98,75% de su cuerpo con ellos, teniendo en total 216. Actualmente tiene 69 años, pero el primer tatuaje que se hizo fue con 50 años.
Un «huevo» supera a Kylie Jenner batiendo el récord mundial de más “me gusta” en Instagram.
Nuestra opinión sobre los récords es extraña. Pensamos que son locos, ya que las cosas que hay que hacer para lograr uno varían mucho; los hay sencillos, tales como los de videojuegos o los de mascotas; los hay complicados, como los de las uñas más largas o el monopatín más grande del mundo; los hay locos, igual que el de la persona en llamas arrastrada durante más tiempo; y los hay imposibles, como el de la galaxia más grande o el de la estrella más lejana.
Hemos querido que la gente comprendiera este mundo de diversión, superación y locura. Los récords Guinness nos parecen tan extraños como curiosos.
Aunque siempre sean los mismos, tenemos claro que jamás dejarán de sorprendernos.
Alba Arenas y Andrea Macías 1ºESO